viernes, 5 de noviembre de 2010

Desde que tenía unos trece años, todas las noches, o al menos la mayoría, antes de irme a dormir abría el cajón de mi mesilla y sacaba mi pequeño tesoro... mi diario. Puede parecer algo típico o muy visto, pero me acompañó todos los sueños, todos los amores y desamores, todos los enfados, rencores y todas las tonterías que podían ocurrírseme al final de cada día. Ahora me leo estúpida, niñata, ilusa. Pero no es eso lo que me preocupa; es que hace ya  un mes que no he vuelto a escribir. Me da miedo imaginarme un futuro, reencontrarme con el pasado y aterrizar en el presente

Supongo que por eso empecé a escribir este blog, para hacerlo poco a poco.

4 comentarios:

  1. Yo también de jé de lado mi diario desde que tengo blog... y me da pena, pero pereza también!

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  2. mmmm...yo nunca tuve un diario, ahora tengo un blog...que se parece a un diario, cosas de la vida...!:)
    gracias por pasar por mi blog!:)
    nos leemos, muah!

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  3. Me he propuesto como propósito para el nuevo año empezar otro... aunque ese quedara a la mitad.

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