miércoles, 21 de diciembre de 2011

domingo, 9 de octubre de 2011

No quiero nada tuyo. No me apetece verte, ni oírte, ni olerte. No quiero conocer tu felicidad. No quiero cruzarme contigo, ni buscarte en las calles, ni alcanzarte con la mirada. No quiero tus cuídate ni tus sentencias. No voy a pensar en ti, ni en tu mundo, ni ver tus fotos o leer tus palabras. Ni tu rutina, ni tu amistad, ni tus elogios. Sigo sin querer nada tuyo. No quiero saber en qué gastas el tiempo, o lo bien que se te da la amabilidad. No quiero tu voz, tus saludos, tus bromas. No quiero compartir ningún momento, ningún gesto, ningún detalle que poder recordar. Nada, tan solo nada. 

domingo, 31 de julio de 2011


  • Sentir cómo tu vida gira y gira entorno a algo que no sabes qué es... 
    Busca la plenitud y palmadita en la espalda.

domingo, 19 de junio de 2011

No tendremos tiempo de leer todos los libros, ni todas las poesías. No podremos ir a todos los conciertos, no pisaremos todos los lugares mágicos, ni dormiremos en todas las camas. No podremos conocer a todas las personas increíbles que existan. No tendremos oportunidad de aprender todas las cosas. No nos alcanzarán las horas para escuchar toda la música, ni todas las voces, ni todos los gritos. No tendremos minutos suficientes para probar todos los postres del mundo, …ni aunque sólo hiciéramos eso. Elegir un par de caminos. Como mucho. El ser humano tiene demasiadas tareas pendientes. Demasiado que vivir. Escojamos las opciones más intensas. Las más emocionantes. Las que más segundos nos permitan recordar…

domingo, 15 de mayo de 2011

Y si hay que pasar paso de las tardes de domingo, de los encuentros sin motivo, de los motivos sin indirectas, de madrugar los lunes y de besar el santo. Paso de leer emociones y de no encontrar explicación a lo pasajero, ni a lo eterno. Paso también de las miradas enloquecidas que asesinan limpiamente, paso de las guitarras sin canciones, de los libros sin poesía, de las piernas ajenas y de las uñas que muerden. Paso de tu culo, paso de mi ser, paso de no saber qué, y de sí saber para qué. Paso de palabras, de gestos, de sueños frustrados, de vidas sin amor, de sombras sin estrellas. Paso de pensar si fui, si era, si no fui, o si no era. Paso de escribir, de contarme, de caricias, de elecciones, de horrores, de camas, de muelas, y sobre todo, de las tardes de domingo.

sábado, 30 de abril de 2011

Qué bonito es decirle
manos de terciopelo
ojos profundos, ojos y
espalda de fuego.

Más bonito es decir
te quiero
cada día más
cada segundo que puedo.

Pero a mí me agotó el amor
sentada esperando tus besos
tus melancolías y tus hazañas
tus recuerdos.

Y entonces aparece, y dice
lo siento
no hay nada más aquí.
Y yo tan sólo espero, tan sólo 
incierto.