miércoles, 15 de diciembre de 2010

Nos pasamos media vida recordando el pasado, lamentándonos, viviendo de imágenes que se esfuman.
La otra mitad haciendo planes de futuro, esperando momentos, y yendo con cuidado no vaya a ser que "el día de mañana"...
¿Y el presente?
Feliz miércoles.

viernes, 10 de diciembre de 2010

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Malditos "A tres metros sobre el cielo"...y eso que no he visto la película (a pesar de ser típica niña tonta), pero aún así me tomo el lujo de maldecirlos.
No, yo no estoy a tres metros sobre el cielo. Yo tengo los pies encima de la tierra. A días en tacones, para llegar más alto; otros en deportivas, para descansar; también descalza, para sentir. A veces piso tan fuerte que me clavo en el suelo y no puedo seguir andando. O me pesan los pies. O me lloran... pero fíjate, a mí todavía no me han salido alas.
Y eso que dicen que la realidad supera la ficción.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Mis niños, no puedo negar que iría a París a enamorarme, que desearía una rosa roja por San Valentínun beso cálido, dulce y tierno al despertar, un te quiero, un qué más da. No puedo negar, tampoco, que me pondría guapa y roja al verle pasar. Tampoco disimulo que me encantan las películas tontas de amor barato, que me chiflan... No sé si es absurdo, pero creo en el amor. No, no puedo negar que soy la típica niña tonta. Pero también digo que, al menos por ahora, tengo el orgullo muy alto y la faldamuycorta.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Definitivamente, aquí todos los tontos tienen suerte... empezaré coleccionando un trébol.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Día de nieve, de gatos. De cristales empañados, y no por el frío, sino por la pasión. De acurruquémonos y démonos amor y más amor. De nostalgia, mantas, y café bombón. Así que despierta, calla ya y pide un chupito de tequila, que aquí hace frío y olvido, por favor. 

jueves, 2 de diciembre de 2010

Hay frutas tentadoras por estas latitudes. Muchas al alcance de la mano. Hay hombres como frutas: los hay dulces, sabrosos, jugosos, urticantes.
Es cuestión de irlos probando poquito a poco. Saborearlos, disfrutarlos, olerlos ...y no repetir. Eso sí que no, eso nunca.