lunes, 10 de enero de 2011

Miro atrás: múltiples momentos de alegría y amor y cien más de dolor y rabia. Me he quejado hasta la saciedad, y peor aún, hasta la ignorancia de mí misma; me he hartado de seguir adelante, y también he luchado por continuar. Me he tropezado cuatro o siete veces con la misma puta piedra... y también me he levantado.
Sí, he llorado y reído. Mucho. 
Pero ahora, ahora que nada me pasa, me aburro. Mi vida me aburre.  
Creo que me estoy haciendo mayor.
La próxima vez que se ponga a huevo una locura no me lo pienso cinco veces. 

2 comentarios:

  1. ¿Sabes? Todos tenemos momentos así en los que parece que la vida se atasca pero, de repente... ¡PUF! Sucede ;)

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  2. Con tanto trabajo y sueños que he tenido siempre en la cabeza, creo que nunca he estado aburrido.

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