Y me he sentado en el suelo, con la luz apagada y el corazón encendido. He cerrado los ojos y no me he reñido por no cerrar también los sentimientos. He respirado despacio, profundo... Me
he acogido así, tal y como soy.
Pero ha sido difícil, así que he tenido que decirme que debía recoger la habitación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario