sábado, 15 de enero de 2011

Y es que te miro y lo veo. Ojos clavados que dan luz, y se sostienen en sombra. Profunda mirada que cautivas sin rencor, sin dolor. Temor infinito. Amor que no pausa. Esperanza y muerte que se llenan de destellos de ellos, tus ojos. Camino, mirada, aliento. Sinceridad, misterio, locura que me destroza. Y es que te miro y lo veo. Veo los míos en tu alma reflejados.

6 comentarios:

  1. Y qué bonito es verlo, espero que con esto te entren más ganas de escribir, porque me gusta leerte y ya no lo haces tan a menudo.

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  2. La verdad es que entran más ganas de escribir si hay alguien que sabes que quiere leerte.
    Gracias :)

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  3. Dicen que la mirada es el espejo del alma, y este texto lo confirma :)
    Sigue escribiendo preciosa!

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  4. Es difícil encontrar la fuerza, el ritmo, y la belleza del estilo de Bécquer en la prosaica red del siglo XXI, te felicito, me han emocionado tus versos.

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  5. Precios escrito que me trajo una historia a la memoria. Un lago lloraba porque Narciso no venía más, al oir su llanto vinieron las ninfas y le espetaron. ¿por qué lloras? ¡¡Narciso no venía por ti, venía a verse a sí mismos en tus ondas!! A lo que el lago respondió: mientras se miraba en mis aguas, yo me miraba en sus ojos!!

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  6. Cuando más releo tu entrada más me gusta!

    Sí, en la salud y en la enfermedad, y eso es lo bonito :)

    Por cierto, me ha encantado el comentario de El Drac ^^

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