sábado, 29 de enero de 2011

¿Que hoy no he podido quedar con quien había quedado porque me ha pasado algo y no lo he podido remediar? ¡Qué sospechoso!- Diría mi intranquila mente femenina -...¡Ya lo entiendo! Seguro que ha sido el destino, que no quería que me viera en esa situación, si no en esta otra para que me pasara cierta cosa.
Sí, sí... destino.
Creamos en el destino, que así no nos fijaremos en el presente, sino en lo que nos tiene mágicamente guardado (obviamente mejor que nuestro posible insustancial presente). 

4 comentarios:

  1. estoy de acuerdo con tu entrada, lo de creer en el destino tambien me huele totalmente a pasar del presente...
    muah

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  2. Es más cómodo echarle la culpa al destino de lo que no quisimos hacer ¿no es cierto?

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  3. Pues sí, y así pasar la vida, a la deriva...

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  4. Habrá algún momento en el que el destino no te salve, entonces, tú sola te inventarás el destino.

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