Hazte una trenza o rápate. Mira al sol y que se te aclare la mirada, y que se te achinen los ojos. Mueve los dedos de los pies. Olvídate de todo. Bosteza, estírate. Escucha lo que oyes. Muérdete los labios... Lánzate a la vida. Si quieres pellízcate, créetelo, ahora estás vivo. Alégrate, pues eres feliz por naturaleza.
No es tan fácil como escribirlo, pero suena tentador.
ResponderEliminarLanzarse a la vida suena tan bien y es tan difícil y peligroso que cuando te decides a hacerlo se cruzan todos los dilemas morales del mundo. Y te lo piensas, y no lo haces...
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