Malditos
"A tres metros sobre el cielo"...y eso que no he visto la película (a pesar de ser
típica niña tonta), pero aún así me tomo el lujo de maldecirlos.
No, yo no estoy a tres metros sobre el cielo. Yo tengo los pies encima de la
tierra. A días en tacones, para llegar más alto; otros en deportivas, para descansar; también descalza, para
sentir. A veces piso tan fuerte que me clavo en el suelo y no puedo seguir andando. O me pesan los pies. O me lloran... pero fíjate, a mí todavía no me han salido
alas.
Y eso que dicen que la realidad supera la ficción.